Un sistema de extinción de incendios es un sistema fijo diseñado para controlar y extinguir incendios. Los sistemas de extinción de incendios más comunes son los sistemas de rociadores, diseñados para activarse automáticamente cuando se detecta humo o fuego. Otros tipos de sistemas de extinción de incendios utilizan productos químicos o gases para interrumpir la reacción en cadena que mantiene los incendios encendidos, o privar a los incendios del calor o el oxígeno que necesitan para sobrevivir.

Sistemas de rociadores contra incendios

Los sistemas de rociadores son el tipo de sistema de extinción de incendios más extendido, y por una buena razón: el agua es un medio barato y, en la mayoría de los casos, muy eficaz para apagar incendios.

Existen dos grandes tipos de sistemas de rociadores. Los más comunes son los sistemas de tubería húmeda, en los que las tuberías están llenas de agua en todo momento. Cuando el sistema detecta un incendio, los cabezales se activan, sofocando inmediatamente el fuego. También hay sistemas de tubería seca, en los que las tuberías sólo se llenan de agua cuando se activa el sistema. De este modo, las tuberías no se congelan si el edificio se queda sin calefacción en los meses de invierno.

Existen sistemas de rociadores aún más específicos. Un sistema de diluvio es un sistema de tubería seca, en el que todos los aspersores permanecen abiertos. Cuando el sistema de rociadores se activa, el agua entra en las tuberías y todos los rociadores se disparan a la vez.

Un sistema de rociadores de acción previa es un sistema de tubería seca en el que una válvula de acción previa controla cuándo entra agua en el sistema. Los propios aspersores también deben activarse individualmente. Esta combinación hace más difícil que el sistema se active por accidente, lo que hace que los sistemas de acción previa sean especialmente útiles en lugares donde el agua puede dañar documentos o sistemas informáticos delicados.

Aunque el agua es una forma muy rentable de sofocar incendios, hay entornos en los que puede empeorar un incendio o causar daños graves. En contextos que van desde cocinas de restaurantes a salas de servidores o fábricas, los agentes químicos y gaseosos son los medios preferidos para combatir los incendios.

Sistemas químicos de extinción de incendios

Los agentes químicos son el método de extinción de incendios preferido en muchos entornos. Las cocinas de los restaurantes, por ejemplo, suelen utilizar productos químicos húmedos que pueden apagar rápidamente los incendios provocados por la grasa, al tiempo que requieren menos limpieza que los sistemas de rociadores de agua.

Las plantas industriales que manipulan materiales peligrosos suelen utilizar productos químicos secos para extinguir incendios. Un museo repleto de valiosas obras de arte también puede utilizar productos químicos secos para asegurarse de que las obras no resulten dañadas.

Los agentes químicos tienen dos ventajas clave sobre los sistemas de rociadores de agua. Por un lado, los productos químicos para la extinción de incendios no conducen la electricidad, por lo que su uso es mucho más seguro cerca de equipos electrónicos sensibles. Por otro lado, estos productos químicos causan menos daños y ensucian menos que los sistemas de rociadores.

Algunos agentes químicos son mejores que otros para el medio ambiente. Durante décadas, el halón fue el producto químico preferido para la extinción de incendios. Pero como agota la capa de ozono, en 1994 se prohibió su producción. Desde entonces, se han desarrollado nuevos productos químicos contra incendios, muchos de los cuales tienen un impacto mínimo en el calentamiento global.

Sistemas de extinción de incendios por gas

Otros sistemas de extinción de incendios utilizan gases inertes para privar a los incendios del oxígeno que necesitan para sobrevivir. Muchos utilizan dióxido de carbono, que es muy eficaz para sofocar incendios, y también a las personas. Por este motivo, los sistemas de dióxido de carbono sólo tienen sentido en lugares donde no haya personas, como centros de servidores.

Otros sistemas basados en gas utilizan nitrógeno, argón o una combinación de fuegos para apagar la combustión.

Los sistemas de extinción de incendios en la práctica

Muchas empresas utilizan varios tipos de sistemas de extinción de incendios para cubrir diferentes entornos. Un restaurante, por ejemplo, puede utilizar un sistema basado en productos químicos en la cocina en caso de incendios provocados por grasas, mientras que utiliza un sistema basado en rociadores en las zonas de comedor. Un complejo de oficinas, por otro lado, podría confiar en sistemas de rociadores en la mayoría de las áreas, mientras implementa un sistema de dióxido de carbono en las salas de servidores sin personal.

Por supuesto, un sistema de extinción de incendios por sí solo está lejos de ser la última palabra en seguridad contra incendios. Herramientas como extintores y detectores de humo, así como planes de evacuación y otras políticas, son igualmente críticas en caso de incendio.

A menudo, los sistemas de seguridad pueden complicar la seguridad contra incendios, y viceversa. Uno de los principales objetivos de los sistemas de seguridad es impedir el acceso no autorizado. Sin embargo, en caso de incendio, estos sistemas deben permitir que todos puedan evacuar el edificio lo antes posible. En las zonas que utilizan sistemas de extinción de incendios a base de dióxido de carbono, también hay que asegurarse de que todos los presentes puedan salir antes de que los sistemas inunden el ambiente con gas.

Al mismo tiempo, también debe protegerse de cualquier intruso que intente colarse mientras sus sistemas de seguridad están relajados para permitir la evacuación. En este caso, debe encontrar el difícil equilibrio entre la seguridad del perímetro y la seguridad contra incendios.

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